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Bamako:
riqueza social
Dídac
P. Lagarriga, 2006
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Foto:
CAD-Mali
Ansiosos por llegar al Mali "auténtico", Bamako no
atrae a los turistas. Pocas veces permanecen en la capital más
de lo necesario (el tiempo para gestionar el visado o para esperar el
medio de transporte que los lleve al interior del país): "En
Bamako no hay nada que ver", repetirán como un mantra incluso
sin haberla visto. Por el contrario, jóvenes de las zonas rurales
de Mali, y también de los países vecinos como Burkina
Faso, Níger y Guinea, viajan a la capital con el objetivo de
trabajar o de estudiar en la universidad: "En Bamako hay algo que
hacer".
En todo el continente africano siempre han sido frecuentes las migraciones
internas por razones diversas, y hasta hace poco en Mali nadie pedía
los papeles. Todavía hoy es fácil conseguir permisos de
residencia, y eso hace de Bamako una ciudad cosmopolita y muy activa,
que, a pesar de todo, todavía mantiene una identidad propia:
comparada con otras capitales del continente, Bamako se ve pequeña.
Formada por barrios tranquilos de calles sin asfaltar y con mucha actividad
vecinal, es fácil topar con pequeños rebaños de
ovejas, gallinas, niños jugando y mujeres lavando la ropa y los
platos en los límites relativos del exterior y el interior de
las casas. Contrariamente a los lugares más turísticos
de Mali, en Bamako ningún niño pedirá regalos al
ver a un tubabu (blanco): pedir por pedir es una costumbre muy común,
generada por los turistas y su obsesión del regalo caritativo
a los niños, como bolígrafos o caramelos, quizá
para aliviar sus conciencias y condicionados claramente por un imaginario
del niño africano, creado y monopolizado desde las campañas
"humanitarias". Como en Bamako no hay turistas, no hay niños
con el mono, auténticos yonkis del regalo: aquí, al ver
a un tubabu, los niños se limitaran a saludarlo.
Estos barrios están rodeados por grandes avenidas rebosantes
de tráfico y de actividad comercial en sus márgenes, con
numerosos talleres mecánicos, vendedores ambulantes de tarjetas
para recargar el móvil y puestos de comida. Dos puentes extensos
enlazan las dos orillas del majestuoso Níger, que parte la ciudad
en dos. Cruzarlos a pie, en un trayecto de unos veinte minutos, permite
ver concentrada toda la actividad y las características de los
habitantes de Bamako: un movimiento constante durante todo el día,
con las cargas de mercancías usando todo tipo de transporte (en
la cabeza mientras se camina, en pequeños carros empujados por
niños o tirados por animales, en bicicletas donde lo acarreado
ocupa tres veces más que el vehículo, en motos, coches
y camiones que rebosan paquetes...), circulación intensa de cualquier
modelo de coche (desde los más viejos hasta las últimas
novedades de lujosos 4x4 con cristales ahumados), autobuses, taxis o
los incontables minibuses verdes, los sotramas, con unos encargados
que dominan a la perfección la técnica de colocar a los
pasajeros como si fuéramos sardinas enlatadas... En este alargado
espacio para peatones y vehículos no puede faltar el transporte
característico de la ciudad: la motocicleta. En ellas circulan
hombres y mujeres que dejan ver su culto por la limpieza y la elegancia
-de ellos mismos y de sus vehículos-. Esta importancia por el
aspecto provoca que, a pesar de unas condiciones sociales variadas,
la imagen resultante sea más homogénea.
Mali tiene desde principios de los años 90 una democracia parlamentaria.
La fuerte presión popular logró acabar con algo más
de veinte años de dictadura, lo que significó una victoria
de todo el trabajo asociativo de base. En estos años la sociedad
civil se ha ido consolidando gracias principalmente a la fuerza y a
la creatividad de las propuestas asociativas, en especial las que provienen
de las mujeres y los jóvenes. Con un sistema neoliberal asfixiante,
sumado a una mala gestión pública y de corrupción,
estas redes ofrecen propuestas que incumben todos los niveles de lo
social, cultural, económico y político, creando una alternativa
que se expande poco a poco por todos los rincones de Mali. Cuando el
Forum Social Mundial (FSM) escogió Bamako como una de las tres
sedes (con Caracas y Karachi) para celebrar la "edición
policéntrica" del 2006, entre el 19 y el 23 de enero, reconocía
mundialmente la labor constante y minuciosa de cada una de las personas
de este país, y también de todo el continente, que nos
ofrecen opciones reales al neoliberalismo y luchan contra la corrupción
de los bienes públicos y por la defensa de los derechos humanos.
África se mueve, y la poca representación del movimiento
social africano en las ediciones anteriores del FSM en Porto Alegre
hacía necesario un desplazamiento de éste. Bamako ha sido
la primera, en el 2007 Nairobi tomará el relevo.
¿Quién
es el rico?
Contrariamente
a lo que se dice, Mali no es uno de los países más pobres
del mundo, sino uno de los más ricos. La riqueza no puede medirse
tan sólo por los niveles económicos. Aún así,
sus recursos naturales, como el oro y el algodón, demuestran
que no es la pobreza sino las imposiciones del FMI, el Banco Mundial
y la OMC, juntamente con la corrupción, las que impiden la gestión
y el acceso de la mayoría a esos bienes. Pero a este criterio,
fundamentado estrictamente en parámetros monetarios, debemos
añadirle otras fuentes de riqueza igual de vitales. Culturalmente
es una de las regiones del mundo con más creatividad. La diversidad
cultural de sus pueblos lleva generando desde hace siglos todo tipo
de expresiones artísticas de gran valor, especialmente en la
literatura, la danza, la escultura y, como no podía ser de otra
manera, en la música. Mali es hoy un gran importador musical,
con incontables figuras que han triunfado internacionalmente sin por
ello dejar de ser referentes nacionales, como Salif Keita, Ali Farka
Touré, Oumou Sangaré, Amadou & Mariam, Toumani Diabaté...
Estilos como el hip hop y el reggae son también una realidad
y no sólo entre los más jóvenes: la proliferación
de grupos que incorporan la crítica social facilita la circulación
de mensajes y la concienciación. Tiken Jah Fakkoli, el cantante
de reggae más popular de Mali, no se cansa de denunciar todo
tipo de situación ilegal, como por ejemplo en su casete titulado
explícitamente "Françafrique". Este término
se utiliza para designar la relación criminal de Francia con
sus antiguas colonias, apoyando a las dictaduras y desviando los fondos
de "cooperación". En una de sus canciones, Tiken Jah
hablará de la intervención militar francesa en toda la
región de esta forma: "Primero son los pirómanos
y después quieren ser los bomberos". Durante la edición
del FSM, su concierto en el estadio Modibo Keita a un precio popular
era una de las cosas más esperadas por los jóvenes de
Bamako.
Otro tipo de riqueza es la espiritual. Como país musulmán,
Mali ha estado tradicionalmente alejado de las posiciones más
distorsionadas del Islam. A pesar de esto, el wahabismo de los multimillonarios
saudíes y el materialismo desenfrenado del consumismo atacan
constantemente los fundamentos religiosos. Mali es una comunidad espiritualmente
fuerte, y aunque la resistencia resulte difícil cuando la agresión
es así de constante, todavía persisten elementos regenerativos
trasmitidos de generación a generación. Si decíamos
que el hip hop se nutría de crítica social, ésta
sabrá separar el Islam de las personas que lo pervierten, convirtiéndose
en muchos casos en un hip hop musulmán que rechaza una tradición
represiva y patriarcal.
CAD-Mali,
tejiendo la sociedad civil
Forum
des Peuples (Fana)
Para los movimientos sociales de Mali, especialmente los agrupados por
CAD-Mali, la red de organizaciones de la sociedad civil, con federaciones,
sindicatos, ONGs, organizaciones profesionales y asociaciones (www.cadmali.org),
la celebración del FSM en Bamako supuso una oportunidad para
mostrar, discutir y coordinar iniciativas a nivel internacional. Pero
eso no significa que fuera la primera vez: tan sólo en los últimos
siete meses se han celebrado, entre otros, el IV Forum de los Pueblos
(en Fana, julio del 2005, www.forumdespeuples.org)
y la Cumbre Cívica Alternativa África-Francia (en Bamako,
del 30 de noviembre al 1 de diciembre del 2005). Mientras el primero
permite a organizaciones y colectivos tanto del país como de
todo el continente reunir esfuerzos, compartir experiencias, debatir
estrategias periódicamente, y servir de apoyo y refuerzo al Forum
Social Africano (www.forumsocialafricain.org), el segundo acontecimiento
fue la respuesta a la cumbre Francoafricana de jefes de estado que se
realizaba durante los mismos días en Bamako. Esta cumbre paralela
a la oficial se había celebrado siempre en Francia, y ésta
era la primera vez que la acogía un país africano. Organizada
por CAD-Mali, contó con más de 100 asociaciones francesas
y africanas que luchan contra el neocolonialismo francés. Entre
sus conclusiones, la hecha pública poco después en el
llamado "Manifiesto de Bamako":
"En
este año de 2005, Francia ha legitimado el golpe de estado electoral
de Faure Gnassingbé Eyadéma en el Togo, ha continuado
con su juego turbio en Costa de Marfil, apoya al régimen agonizante
de Idriss Deby en Chad y a los poderes dictatoriales de Paul Biya en
Camerún; Denis Sassou N'Guesso [presidente de Congo y de la Unión
Africana] es una ofensa para los pueblos, y no va a ser él quien
desarrolle una nueva envoltura europea y multilateral con la que Francia
trata de hacer creer que va a cambiar la naturaleza del sistema, cuya
lógica conduce a la pobreza, a la desesperación y, por
lo tanto, al éxodo y a la emigración forzada de los jóvenes.
Los participantes a la Cumbre Cívica Alternativa han expresado
su indignación ante las políticas de represión
y estigmatización [en Francia] de las poblaciones inmigrantes
o de origen inmigrante, reflejos de un pasado colonial que nunca fue
bien asumido y de un presente neocolonial ocultado.
Constatando la quiebra de tales políticas y el rechazo a dialogar
de los participantes en la Cumbre oficial, la Cumbre Alternativa ha
decidido convertirse en portavoz de las aspiraciones de la masa de los
ciudadanos, organizar redes asociativas internacionales de movilización
para facilitar la creación de resistencias, y llevar a cabo acciones
para expresar el rechazo y, así, obtener transformaciones radicales
con y para los pueblos."
(www.survie-france.org)
Entre
los lujosos 4x4 de cristales tintados que circulan por Bamako, muchos
llevan los anagramas de organizaciones internacionales de ayuda al "desarrollo".
Las sedes de todo tipo de organizaciones se reparten por los barrios
de la ciudad, normalmente en casas espaciosas y vigiladas, bien indicadas
desde las avenidas principales para no perderse una vez se entra en
la trama de calles sin asfaltar. Esta abundancia abruma: ¿realmente
hay tanta gente trabajando en este terreno? Aminata Traoré, una
de las figuras del movimiento altermundialista y presidenta de CAD-Mali,
es muy clara: "No creo en las ONG caritativas. El problema es que
las asociaciones y ONG que trabajan con fondos públicos se niegan
a preguntarse por las malas acciones de la globalización"
(entrevista de Fernando Gotilla, Rebelion.org, 03-02-2006). Esto nos
ayuda a entender por qué, pese a esta gran cantidad de organizaciones
con sede en Bamako, el cambio no es radical. Un 4x4 pasa rápido,
dejando una nube de polvo que llega hasta nosotros. Tosemos...
El
Forum Social Mundial es una de las muchas oportunidades para reunir
esfuerzos, a pesar de su tamaño algo desproporcionado que intentaron
solventar este año con la división de las sedes. En este
sentido podemos pensar que otro tipo de reuniones, como las que hemos
citado, son más útiles para fortalecer la sociedad civil
africana. Pero para lo que sirvió el FSM de Bamako, con una asistencia
de unas 10.000 personas y centenares de actos (www.fsmmali.org),
fue para enlazar estas luchas con el resto del planeta y de forma recíproca
(dando y recibiendo), así como para confiar en la capacidad del
continente para organizar manifestaciones de este tipo (como la siguiente
en Kenya). Y para eso no sólo involucró a las asociaciones
y colectivos: el estado de Mali (que tiene un presupuesto de los más
bajos del mundo) aportó al FSM 150 millones de FCFA (unos 230.000
euros) y cedió los espacios necesarios. En la televisión
nacional se retransmitió en directo la inauguración del
Forum en el estadio como si se tratara de unas olimpiadas, donde en
las gradas la "afición" había sustituido las
banderas por pancartas como "Freedom for Sahara".
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oozebap . 2006 . sumario