___________________________________________________ Un
libro trata el feminismo islámico desde su perspectiva teórica
y social
Por otro lado, el feminismo islámico no debe entenderse como un intento de diferenciación y de fragmentación en el interior del movimiento feminista global, sino todo lo contrario. Como prosigue Tohidi: "Algunas seculares y feministas marxistas tratan a las feministas musulmanas o cristianas como rivales o enemigas del feminismo secular, y han atacado intelectualmente su filosofía e ideología, considerándolas limitadas para encarar los desafíos postmodernos (como si las varias tendencias del feminismo secular estuvieran libres de estas limitaciones). Debemos considerar el feminismo religioso y espiritual, entre este el islámico, como un elemento bienvenido al amplio espectro del discurso feminista, ya que las feministas religiosas contribuyen a la tolerancia, al pluralismo cultural y a la mejora de los derechos de la mujer". Por su parte, Margot Badran, que participa en el libro con un capítulo sobre el feminismo islámico en ambas orillas del Mediterráneo, enfoca esta necesidad de aunar esfuerzos desde la perspectiva histórica, situando el debate sobre el feminismo islámico contemporáneo en el contexto de los orígenes y auge del feminismo secular, en el sur del Mediterráneo, a manos de musulmanas y cristianas. En otro contexto, la experiencia de Sudán descrita por Balguis Badri refleja un contexto plural donde las alianzas de las mujeres son esenciales para restituir la paz en el país, algo que también aparece en contextos muy diferentes y mucho más cercanos, como Francia o España. Para
terminar, es interesante recalcar también las experiencias personales,
importantes en cualquier proceso político común, especialmente
en los feminismos. El libro no se olvida de ello, y escoge como representantes
de este género a Layla Bousquet y Asra Nomani. Si bien sus relatos
autobiográficos difieren en la forma, resulta muy útil
contemplar cómo las trayectorias personales se entrecruzan con
movimientos y fenómenos políticos que se retroalimentan.
Mientras Nomani elabora un discurso sobre su discriminación como
mujer en la mezquita de su barrio y, de allí, genera una serie
de campañas que abarcan mucho más allá de su zona
de residencia, Layla Bousquet se embarca en la exégesis sobre
el trato que recibe María en el Corán para entremezclar
su experiencia personal en la Francia de los años setenta hasta
la actualidad, donde forma parte del colectivo Féministes pour
l'égalité. ________________________________
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