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Para que el cuerpo deje de ser un campo de batalla.
Asociaciones de mujeres e intervención humanitaria en la RDC
Por:
Jonathan Leclerc, 2008
Traducción:
oozebap.org
Desde 1996, el este de la República Democrática del Congo
(RDC) es el escenario de un conflicto armado donde el cuerpo femenino
es parte del campo de batalla. Para combatir las violaciones y el esclavismo
sexual, las mujeres congoleñas se han agrupado en asociaciones
donde acompañan a las víctimas y logran hacer escuchar
sus voces. "Creo que trabajamos para restaurar la justicia y ayudar
realmente a las víctimas, y no las consideramos objetos para
recaudar fondos", aseguran Julienne Lusenge y Émérite
Tabisha Mongelwa, miembros de la Campaña de las mujeres congoleñas
contra la violencia en la RDC (www.rdcviolencesexuelle.org).
Esta
campaña es un grito de auxilio nacido de la necesidad de reforzar
la eficacia de la lucha contra la violencia sexual. Su objetivo es desarrollar
una mejor coordinación de la ayuda a la población procurando
que el dinero llegue realmente a las víctimas y que se resuelvan
sus necesidades. La campaña describe las diversas iniciativas
sobre el terreno y favorece la difusión de la información
a todos los implicados. La sensibilización en el extranjero es
igualmente uno de los objetivos de Julienne Lusenge y Émérite
Tabisha Mongelwa. Especialmente exigen un reconocimiento total por parte
de las ONG internacionales y de la ONU sobre la importancia que tiene
el papel de las asociaciones locales. Con demasiada frecuencia, las
entidades congoleñas no consiguen financiación y se las
margina en beneficio de las ONG extranjeras, que se van rápidamente
cuando la situación empeora.
Finalmente,
al exigir una reforma del sistema jurídico nacional, pretenden
que los autores de delitos sexuales sean condenados. En definitiva,
no puede existir un proceso de pacificación en la RDC sin justicia:
objetivo primero de las asociaciones locales.
Miles de víctimas anuales
Al
margen de la persistencia del conflicto y de las muertes que ha provocado,
lo que más sorprende es la intensidad de la violencia sexual.
Estos crímenes los cometen tanto los guerrilleros como las fuerzas
gubernamentales. En octubre del 2007, el coordinador de urgencias de
la ONU, John Holmes, declaró que desde el 2005 se habían
registrado más de 32.000 casos únicamente en la provincia
de Kivu del Sur, y eso sólo es la punta del iceberg.
La violencia sexual incluye las violaciones, pero también actos
que sobrepasan este horror. Entre otros, el esclavismo sexual en los
campos de las tropas armadas donde grupos de mujeres de todas las edades
sufren las perores atrocidades. También se han registrado casos
de violaciones colectivas en los pueblos, como por ejemplo en el 2006,
cuando 200 mujeres fueron violadas durante una incursión en Songo
Mboyo, en la provincia ecuatorial.
Para las víctimas, las consecuencias son múltiples: el
rechazo de la familia y de la comunidad, las enfermedades sexuales,
los traumas sicológicos... Un contexto escalofriante, como lo
confirma Julienne Lusenge de Solidarité Féminine pour
la Paix et le Développement Intégral: "Vivimos de
cultivar los campos, pero no podemos ir por miedo a ser violadas o asesinadas".
En su asociación ofrecen apoyo directo a las víctimas.
Contra la pasividad
Desde 1996, las asociaciones de mujeres y las organizaciones de
defensa de los derechos humanos se han multiplicado en el país.
Si la comunidad internacional tardó en reaccionar en la RDC,
estas mujeres rechazaron muy pronto la pasividad, como lo subraya Émérite
Tabisha Mongelwa de la asociación Actions des Femmes pour le
Droit et le Développement: "Somos activistas y víctimas
al mismo tiempo. Realizamos actividades de sensibilización, de
movilización, de reinserción, de mediación familiar,
de acompañamiento médico y jurídico para las víctimas
de violencias sexuales". Asimismo, estas asociaciones documentan
los casos, un trabajo realizado con pocos medios. Según Julienne
Lusenge: "No tenemos un sueldo ni apoyo psicológico. Escuchamos
las historias de estas mujeres, pero a nosotras no nos apoya nadie".
Su papel es imprescindible al situarse en primera línea de fuego,
allí donde las ONG internacionales no quieren desplazarse. Según
estas mujeres, antes del 2002-2004, las organizaciones internacionales
no se interesaban por los crímenes de carácter sexual,
sino que se ocupaban estrictamente de los desplazados por la guerra.
Con el tiempo, los proveedores de fondos han comenzado a interesarse
por este problema y las ONG internacionales los han seguido. "Llegaron
a las asociaciones de mujeres para recopilar información sobre
nuestra situación. Las organizaciones internacionales y las agencias
de las Naciones Unidas han escrito informes y han elaborado proyectos
para obtener fondos. Cuando han conseguido el dinero, han vuelto sobre
el terreno apartando a las asociaciones locales de mujeres", asegura
Lusenge. Sin embargo, en la RDC los efectos de los proyectos internacionales
todavía se están esperando, con la consiguiente indignación
de estas asociaciones por la actitud de los organismos internacionales.
Frágil progreso
Aunque
la justicia en la RDC está corroída por la corrupción
y la ingerencia política, la acción de las mujeres congoleñas
está dando sus frutos. En julio del 2006, debido a una propuesta
de varias entidades en defensa de los derechos de las mujeres, el gobierno
promulgó una ley sobre la violencia sexual para rectificar su
código penal. Sin embargo, todavía queda mucho camino
para que cese la impunidad. "Entregamos muchos informes a los tribunales
y algunos agresores han sido encarcelados. Pero ¿por cuánto
tiempo? Salen y vuelven a amenazar a las víctimas en los pueblos.
Existe mucha inseguridad", afirma Lusenge.
Según
estas mujeres, las instituciones jurídicas deben rehabilitarse,
y piden a los países extranjeros implicados en la financiación
de las últimas elecciones que contribuyan a esta reforma. "Hace
falta proteger a la población. No hemos votado para morir, sino
para sentirnos protegidas", concluye Julienne Lusenge.
Para más información sobre estas asociaciones y su lucha,
véase: www.rdcviolencesexuelle.org
Asociaciones
que integran la campaña:
Arche d'Alliance (ARAL) (Sud-Kivu)
Association des Femmes pour les Droits et la Démocratie (AFD)
(Sud-Kivu)
Association des Femmes pour le Progrès Social et Culturel (AFPSC)
(Est de la RDC)
Association des Mamans Chrétiennes pour l'Assistance aux Vulnérables
(AMCAV) (Sud-Kivu)
Association pour la Défense des Droits des Femmes (Nord-Kivu)
Collectif des Associations Féminines de Beni (CAF/Beni) (Nord-Kivu)
ESSAIM (Cadre de concertation et d'action pour la défense des
droits des femmes) (Est de la RDC)
Forum des Mamans de l'Ituri (FOMI) (Ituri)
Initiative des Femmes pour le Développement et l'Autopromotion
(IFDA) (Sud-Kivu)
Réseau Femmes Développement / Ituri (Province Orientale)
Solidarité des Femmes Activistes des Droits Humains (SOFAD) (Sud-Kivu)
Solidarité des Femmes en Difficultés (SOFED) ( Sud-Kivu)
Solidarité Féminine pour la Paix et le Développement
Intégral (SOFEPADI) (Nord-Kivu, Ituri)
Solidarité et Paix pour le Développement Intégré
(SOPADI) (Sud-Kivu)
Syndicat des Femmes Défavorisées (SYFED) (Sud-Kivu)
Synergie des Femmes contre les Violences Sexuelles (SFUS) (Nord-Kivu)
Con el apoyo de:
Coalición por los Derechos de las Mujeres en Situación
de Conflicto
http://www.womensrightscoalition.org/site/main_es.php
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oozebap . 2008 . sumario