Escribir después de Ruanda
Ensayos sobre la realidad africana

Reseña del libro África más allá del espejo, de Boubacar Boris Diop (oozebap, Barcelona, 2009)
Por Alfonso López Rojo



Han pasado quince años desde el genocidio de Ruanda en el que cerca de un millón de personas de etnia tutsi fueron aniquiladas sistemáticamente entre abril y julio de 1994. Tras la que fuera la última gran barbarie del siglo XX, bien se pueden citar con la misma fuerza simbólica las conocidas palabras de Adorno que expresaban la dificultad de poder escribir poesía después de Auschwitz. Esta dificultad es en buena parte retomada y puesta en positivo en África más allá del espejo, un libro que reúne artículos del escritor Boubacar Boris Diop (Dakar, 1946) destinados a analizar los problemas del continente africano desde un ángulo personal y resistente.

“Ruanda: escribir por el deber de la memoria” fue un proyecto iniciado en 1998 en el que Boucabar Boris Diop participó junto a nueve escritores más para tratar de abordar desde el ejercicio de la escritura la posibilidad de preservar la memoria del genocidio. La valoración de esta experiencia colectiva ha quedado plasmada en el texto “Genocidio y el deber de imaginar”, texto en el que Boris Diop incide sobre todo en el tratamiento postgenocidio extendido en la comunidad internacional a partir de una percepción estereotipada de África que ha tratado de reducir el hecho a meras “luchas tribales” propias de un continente acostumbrado a vivir en la tragedia: una percepción perniciosa que pronto se desliza -queriendo o sin querer- hacia la consideración de que la vida humana en África tiene menos valor que cualquier otra vida en cualquier otro lugar.

Para el escritor éste es el “espejo” que se le ofrece al continente africano invitándole a que refleje en él sus propios demonios y evadiendo de este modo toda responsabilidad postcolonial. Ir “más allá del espejo” será, pues, traspasar esta visión resituando constantemente el problema y apelando a la connivencia de los intereses externos. De ahí que Boris Diop recalque el papel nunca asumido por Francia en el genocidio de Ruanda a partir de su estrategia expansiva de la francofonía (estrategia llamada en conjunto Françafrique). Algo que, desde luego, no lo arregló Sarkozy en uno de sus viajes a África al pronunciar palabras como éstas: “fueron los propios africanos quienes vendieron a otros africanos a los negreros”. Así que, por descontado, sólo para combatir tanta grosería argumental se hace completamente necesario “escribir después de Ruanda”.

Cultura en diáspora

Otro aspecto interesante de los pequeños ensayos reunidos en este libro se relacionan directamente con la cultura africana y los problemas de identidad. Notable es el texto dedicado a la semblanza de dos de sus figuras intelectuales más destacadas: Senghor y Cheikh Anta Diop. Pero también lo es el análisis que se ofrece de la cultura africana en el contexto de la globalización. “Entran más africanos en Estados Unidos que en tiempos de los esclavos”, rezaba un titular del New York Times en 2005. Con esta cita tan cruda abre Boris Diop su ensayo “Los nuevos parias de la tierra” para constatar también el modo cómo los inmigrantes africanos vienen dejando su piel en las alambradas de las vallas de Ceuta y Melilla. Esta diáspora constante y forzosa de africanos en el mundo se traduce en la creación de una “cultura hacia afuera” en la que, la mayoría de las veces, sus protagonistas están obligados a guiar sus creaciones hacia los gustos y las proyecciones imaginarias sobre “la africanidad” que demandan los intereses del mercado internacional. Sin embargo, tratar de acceder a ése mercado por la vía rápida es el sueño de miles de jóvenes artistas africanos que perciben la globalización como una oportunidad para hacerse visibles.

 

Alfonso López Rojo

Reseña publicada en catalán en el semanario La Directa núm. 148, julio de 2009

Boubacar Boris Diop: África más allá del espejo. Editorial oozebap, Barcelona, 2009